La conferencia de Rei Inamoto comenzó con una foto de William Bernbach, padre de la publicidad moderna y creador de la lógica “arte y copy” que combinó la dirección de arte -el craft- con la redacción persuasiva para la venta de un determinado producto. Sin embargo, el objetivo de “Diseño por el futuro ¿Qué tienen en común una marca, un edificio y una comida?” fue poner en duda ese viejo modelo para colocar en escena uno nuevo llamado “arte y código”. En este panorama, la historia es importante, pero también la ciencia y la tecnología que dan la posibilidad de hacerla explotar aún más.
La ciencia tecnológica permite -según Inamoto- saber qué tipo de auto va a comprar una determinada persona y también su color, lo cual genera que las concesionarias, por ejemplo, puedan saber qué clase de productos ofrecer. Sin embargo, las plataformas digitales y los datos (big data) no solo tienen un fin de venta, sino también un objetivo claro de interconexión entre consumidores y marcas a través de distintos servicios como puede ser la educación o el entrenamiento físico.
Inamoto llegó a AKQA hace diez años. En todo ese tiempo, llegó a la conclusión que los clientes hacían muchos pedidos a la vez y se dio cuenta todas esas demandas debían ser resumidas en una sola, en un solo aspecto que sintetizara a todos los demás.De esta manera, cada creativo y agencia en particular tendría la posibilidad de concentrarse en unsolo aspecto para hacer crecer el negocio del cliente. Así, una de las tres lecciones que el creativo aprendió en su carrera fue “reformular la pregunta de base -¿cómo vender más?- para crear otra que tuviera más relación con la conexión entre tecnología y el valor ofrecido a los consumidores”.
Y como amante del diseño, no pudo dejar de mencionar a la innovación, término que describió como “un proceso con un desenlace desconocido”. En sus palabras, si una idea no te hace transpirar, si ya sabés cuál va a ser el impacto que va a tener en las personas o en el negocio del cliente, no tienen ningún sentido hacerlo. No hay ningún riesgo cuando existe tanta certeza y planificación. Justamente esta fue la segunda lección que Inamoto aprendió a en su camino creativo.
Para exponer su tercer aprendizaje, hizo pública una idea que había desarrollado AKQA junto a Youtube y el conjunto musical británico Coldplay. Durante ocho meses, convocaron a decenas de músicos amateurs para que, todos juntos, tocaran la canción “Paradise” con distintos instrumentos y voces. “Nunca salió porque la banda no lo aprobó, no se sintió a gusto”, agregó el creativo japonés. Lejos de decepcionarse, dijo que el fracaso lo había incentivado a nunca perder el optimismo. “A pesar que algo salga mal, siempre podemos seguir creando porque nacimos para eso”, añadió.