Para cerrar la primera jornada de conferencias de El Ojo de Iberoamérica, John Mescall se paró en el escenario con una remera con la que introdujo su conferencia «Una mirada dentro del cerebro publicitario», en la que a través de doce puntos pretende descontruir el pensamiento del mundo creativo.
El primero y en el que insistió, justamente, fue en la Resiliencia. «Esta la creencia de que en la insdustria publicitaria todo fluye. Para que las ideas salgan adelante no hay que bajar los brazos y segeuir, seguir y seguir, hasta que de las 99 que se desecharon quede una», destacó Mescall.
El creativo australiano, recordó los casos de X-Box «que tuvo 104 presentaciones», Universal Love «que vio la luz 3 años después» y Field Trip to Mars «fue rechazado siete veces». Por este motivo, le dejó en claro al auditorio que «hay que ser resiliente, porque la publicidad no es divertida, ni sexy. Duele, pero hay que seguir con ideas».
La pasión es la segunda de las cuestiones que tiene que tener el cerebro de un creativo. «El cliente te permite expresarte, pero te pide pasión por lo que hacemos. Es así, los cliente huelen la pasión, como los perros un bistec», dijo y además dejo en claro que «hay que tener pasión y que luego el cliente invertirá para el éxito de sus marca».
La generosidad y la empatía, también se destacan. «Compartir es fundamental. La publicidad es capitalismo, pero crear algo grande es socialismo. Hay que poner las ideas en una pared y compartirlas para mejorar el mundo», resaltó y justamente brinó a la audiencia que para empatizar «debemos darnos tiempo de entender los sentimientos del ser humano más allá del brief».
«El valor de superarse. Nadie quiere verse como un idiota, pero la publicidad es correr el riesgo de verse como un idota», eso es el coraje según Mescall. La curiosidad «del mundo y de nuestro cliente es esencial. Conocer a nuestro cliente y su propósito», además de la honestidad que fue el séptimo de los puntos.
Para destacar indicó que el ego, el optimismo, el encanto y lo raro, hacen parte de ese cerebro publicitario. Para estos últimos cuatro puntos dijo: «En la publicidad no se puede eliminar el ego, pero cero para vos mismo y todo para las ideas. En este negocio se necesita ser total, estúpida y locamente optimista. Hay que tener encanto y seducir, pero siendo un poco raro y divertido».
El doceavo y último punto para concluir, fue un misterio. Exactamente eso «el misterio de uno mismo. La singularidad de cada uno que nos hace únicos». El cierre de la conferencia vino acompañada de varias preguntas de la audiencia y a John repartiendo camisetas entre el público.