Con menciones a Jorge Luis Borges, David Ogilvy, Luc Ferry y Soren Kierkegaard, Gustavo Buchbinder (Fundador de WebAr) inspiró a un auditorio repleto en El Ojo 2015 con su charla “Internet de las cosas: ¿la última revolución creativa?”. En lo que pareció una clase magistral de comunicación –y tecnología-, además de referencias históricas, dio datos contundentes: en 2018 el 100% de los dispositivos van a estar conectados internet.
“La vida sólo se comprende mirando hacia atrás, pero sólo puede ser vivida mirando hacia delante”, dijo Soren Kierkegaard, el filósofo danés del siglo XIX. Sobre esa referencia, se estructuró la conferencia de Gustavo Buchbinder, quien reformuló la idea y planteó que la mejor manera de predecir el futuro, es entendiendo el pasado.
Y para conocer los períodos que antecedieron a la modernidad, retomó a Luc Ferry, el publicista, filósofo y político francés, y a su libro “Homo Aestheticus. La invención del gusto en la era democrática” (1990). En él, se describe que el criterio de “belleza” no existía en la época clásica. En ese momento, los objetos solo tenían una función decorativa y utilitaria. Fue durante el romanticismo que se modificó dicha concepción para pasar a pensar que la belleza dependía de la subjetividad de cada uno.
¿Cómo se conecta esto con el “internet de las cosas”? Buchbinder aseguró que la industria publicitaria actual, y el resto de las industrias, ven a los dispositivos conectados a internet como meras fuentes de información y datos, es decir con un fin únicamente funcional y utilitario. En su lugar, el CEO y Fundador de WebAr propuso ver en todos esas herramientas digitales un espacio para desarrollar lo bello, lo creativo.
“Pasamos de trabajar con medios objetivos a ponerle nuestra subjetividad, que es la creatividad en estado puro”, agregó. Y su frase cobró sentido, ya que minutos antes había mencionado a David Ogilvy y al cambio de paradigma que llevó adelante en la publicidad: dejó de lado los avisos informativo y empezó a desarrollar anuncios “con sentimiento”.
Todos estos cambios, se encuadran en lo que Buchbinder entiende como la tercera revolución digital, la del social networking. Para comprender este precepto, es preciso recordar una frase de Jorge Luis Borges: “La novela policial ha creado un tipo especial de lector”. Desde esta visión, podemos inferir que cada medio crea un tipo particular de consumidor, y las redes sociales claramente son uno. Así, los mensajes dejaron de ser generalizantes, para pasar a encontrar a cada persona en un lugar y un contexto determinado, tal como sucede con la publicidad mobile.
Todos los que presenciaron la conferencia “Internet de las cosas: ¿la última revolución creativa?” se fueron con una certeza: hay que aprovechar las nuevas posibilidades de negocio que ofrecen los dispositivo digitales, entre los que también se incluyen los wearables. Jugando con la ambivalencia, Buchbinder dejó en claro que “la última revolución” refiere tanto a una que no tendrá subsiguientes, como a la más novedosa.
Algo es claro, para 2018 el 100% de los dispositivos van a estar conectados a internet, solo hay que encontrar la manera de aprovechar esa oportunidad con creatividad.